Mi discipulo Camilo Camilo Arrieta regresó al salón donde en las clases de filosofía se le dejó ser feliz no porque se tuviera todo, sino porque tenemos las herramientas para adquirir lo que realmente necesitamos. Hacia esta dirección debe dirigirse la educación. Los ambientes de aprendizaje deben brindar una formación para la vida, orientando a cada estudiante a usar sus potencialidades para sobrevivir y aportar al desarrollo socioeconómico y ambiental de su comunidad. Esto es posible gracias al desarrollo de las habilidades de pensamiento. En este sentido, estoy de acuerdo con Patricia Márquez Romero, 2014.P.11 cuando sostiene:
"Los docentes cada vez se hacen más conscientes de la necesidad de proporcionar a los estudiantes herramientas que les permitan-más que almacenar conocimientos-desempeñarse eficientemente en un mundo en constante cambio". Actualmente está en la Universidad estudiando su carrera relacionada con las tecnologías, lo que le gusta y el enfoque pedagógico Pensar, ¿para qué? Le permitió hacer en cada clase hasta la creación de nuestra página web: https://pensarparaque1.wixsite.com/blog
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