| pienso que más que entrar a probar la existencia de Dios con argumentos filosóficos, del tipo las vías de santo Tomás de Aquino, o las demostraciones de Descartes o Liebnitz, sobre la idea de infinito la el mal en el mundo y el optimismo cósmico (y la razón suficiente) , tiene más sentido comenzar por plantear el hecho religioso tal como lo hace Velasco en su fenomenología de la religión, o hablar de lo santo, o lo numinoso, por citar a R. Otto, de todos modos, lo sagrado y lo profano, la religación o relación con la trascendencia está en las raíces de la humanidad; tan vital como la telencefalización o la habilidad técnica o la cooperación social es el enterramiento de los difuntos por parte de los primeros homínidos, desde mi punto de vista, además del respeto a los otros es un vestigio de la huella del creador en el hombre, que quiere efectivamente sobrevivir, que tiene de uno u otro modo fe religiosa, como ya mostró nuestro Unamuno,. Pero, si bien es muy respetable una actitud experiencial en la que el hombre experimenta el "absurdo" como sucede con el Camus de "La peste", no es menos cierto que muchos hemos experimentado en algún momento de nuestra existencia el amor de Dios, la aspiración (como veía san Agustín, que decía "tarde te conocí", "tarde te amé", refiriéndose a Dios que lo halla en su propio interior, dentro del hombre y su aspiración a la felicidad,. Frente a situaciones muy comprensibles en las que la razón no sigue a la metafísica, como vio Kant, en que no es posible dar una repuesta racional a problemas últimos, si no nos quedamos con lo puramente psicológico ni empírico ni verificable ni científico (téngase en cuenta que la ciencia es una construcción teórica: modelos, paradigmas, revoluciones...enseña Kuhn) cabe una apertura a la fe, esto lo hizo Kant, y sobre todo Gabriel Marcel es un maestro, dicho de modo más concreto, se puede experimentar el trato con Jesús, y descubrir en Jesús la repuesta a lo que el sufrimiento, el dolor, lo incomprensible para la razón desde El, que está cerca, que es Amor, se ilumina. |
Por Julio Gutierrez
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