Fernando
Profesional de Servicios infraestructurales
Yo entiendo que la fatalidad como desarrollo de un futuro predeterminado es una idea derivada, distorsionada, y degenerada de una realidad mucho mas profunda: El destino.
Creo que el destino es el sentido y el porqué del hecho de estar uno vivo (Nada menos); pero el destino no predetermina nada que no sea, por así decirlo, "el lugar en el laberinto de la vida" en el que "se está" desde que se viene al mundo. Vaya, que sí a uno le conmueve profundamente algo, el arte o la medicina por ejemplo, pierde lamentablemente el tiempo deseando que no le conmueva (O esquivando la cosa) por el dolor que, como toda experiencia vital, su destino pueda implicar.
Creo que el destino es el sentido y el porqué del hecho de estar uno vivo (Nada menos); pero el destino no predetermina nada que no sea, por así decirlo, "el lugar en el laberinto de la vida" en el que "se está" desde que se viene al mundo. Vaya, que sí a uno le conmueve profundamente algo, el arte o la medicina por ejemplo, pierde lamentablemente el tiempo deseando que no le conmueva (O esquivando la cosa) por el dolor que, como toda experiencia vital, su destino pueda implicar.
Docente de Filosofía, Ciencias Económicas y Políticas e Inglés en SECRETARIA DE EDUCACIÓN DISTRITAL CARTAGENA
Contribuidor principal
El Destino está sujeto a lo que podamos hacer los seres humanos por nuestras vidas.Somos los arquitectos que diseñamos nuestro devenir. Aunque la vida no es fácil, hay que construir nuestra felicidad con acciones que edifiquen nuestra alma y proyecto de mejoramiento de calidad de vida. No debemos esperar que los sucesos que marcarán negativamente nuestras vidas se concreten, rememos hacia la luz de nuestro éxito.