sábado, 4 de febrero de 2012

SE DA UN APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO CUANDO EL CONOCIMIENTO ES PERTINENTE, Y SE BUSCA CONTEXTUALIZANDO DIALOGICAMENTE CON LA CULTURA DEL EDUCANDO


Por: RODOLFO RAMÓN RODRÍGUEZ MENDRALES

Enseñar es un acto maravilloso en el cual se lleva a las demás personas a que tomen conciencia sobre su realidad, participando activamente en su aprendizaje social alcanzando así un desarrollo intelectual y moral.
El ser humano aprende cuando comprende e interpreta su contexto social y participa activamente en la construcción de su conocimiento, relacionándolo con su cultura  e interactuando a través del diálogo, la escucha activa y el trabajo cooperativo en equipo.
Pero, ¿Cómo iniciar un proceso de Enseñanza-Aprendizaje? En verdad, es pertinente  partir de unos interrogantes que orientan la reflexión pedagógica en un sentido teleológico; es decir, que finalidad busca la educación impartida en el entorno que nos corresponde para ejercer la labor docente: ¿De qué manera pueden motivarse a los estudiantes a desarrollar una óptima lectura, interpretación y producción textual enfatizando en la cultura con la que se interactúa? ¿Cuáles son los factores que inciden en los estudiantes a apropiarse de su cultura desde la convivencia? ¿Cómo se pueden motivar a los estudiantes para que aprendan a valorar su cultura y convivan pacíficamente, sean más dialogantes, mejores escuchas, cooperativos y desarrollen  sus dimensiones cognitivas a plenitud?
La reflexión sobre estos interrogantes debe llevar al docente a plantearse los siguientes objetivos:

                                                                GENERAL

-          Desarrollar las competencias lecto-escritoras y ciudadanas en los estudiantes a través del estudio del área específica, con el fin de valorar su cultura desde la perspectiva de la interculturalidad.

                                                      ESPECIFICOS

-Valorar la cultura propia a través del diálogo, la escucha activa y el trabajo constructivo en equipo para que sean personas que puedan participar en cualquier proceso democrático.

-Desarrollar la capacidad investigativa en los estudiantes, para que escriban su propia cultura en sus proyectos de vida[1], superando desde la reflexión las oportunidades de mejoramiento relacionadas con el diálogo que permite llegar a consensos[2].

-Proyectar propuestas pedagógicas interdisciplinariamente entre las diferentes áreas a partir de los componentes de las mismas, con el fin de fortalecer el sentido de pertenencia y la apropiación de la cultura.

Para implementar las propuestas pedagógicas se deben adelantar estrategias relacionadas con la lecto-escritura, realizando por una parte la identificación de ideas principales, de patrones

De comportamiento y características socioculturales.

Por otra parte, desde la visión proyectiva y futurista de las aulas inteligentes,[3] deben realizarse conversatorios y talleres de intercambio de experiencias en las cuales los estudiantes socialicen y escriban   con la participación de los ancianos y miembros de la comunidad los datos y la información relacionada con su cultura obtenida a través de la investigación científica cualitativa: etnográfica de acción-participativa[4]  . Esta investigación se puede realizar con salidas de campo turísticas en las cuales los estudiantes con sus familiares tienen que observar el entorno, conversar con miembros de la comunidad, planificar, debatir, decidir, administrar y evaluar, construyendo y redactando interdisciplinariamente con los docentes de Lengua Castellana, Ciencias Sociales y Artística los informes, ensayos y reseñas que fundamenten teóricamente monografías  como estrategia pedagógica para la lecto-escritura, con las cuales se busca desarrollar  un pensamiento analítico y critico en los educandos.

En cuanto a la evaluación de los estudiantes puede darse en tres momentos: primero realizar una prueba diagnóstica sobre los preconceptos, competencias y habilidades que poseen los estudiantes en relación a la asignatura y al problema planteado. En segundo lugar, se tiene en cuenta lo formativo realizando una observación del nivel de lectura y escritura en los diferentes Ambientes de Aprendizaje. En un tercer momento, concerniente a la evaluación formativa se obtiene la calificación por medio de los juicios valorativos, el desarrollo de competencias alcanzadas y resultados de conformidad al cronograma de actividades en transversalidad con otras áreas.

En la ejecución de cualquier propuesta pedagógica se pueden presentar oportunidades de mejoramiento como el desinterés por leer libros o documentos, escribir o redactar textos, dialogar, escuchar activamente y trabajar en equipo. Para la superación de las oportunidades de mejoramiento mencionadas se deben tener en cuenta los gustos, intereses y expectativas de los jóvenes, usando entonces la tecnología de la información y la comunicación en el aula para que hagan sus producciones textuales (tablero digital, blogs). A través de la Red Social facebook se puede dar un diálogo con los estudiantes sobre los contenidos, se pueden crear sitios Web al rededor   de los cuales se organizan una comunidad de usuarios integrada por los estudiantes y sus familiares compartiendo experiencias, recuperando la memoria oral y promoviendo diálogos sobre las problemáticas del entorno. Se pueden crear publicaciones mensuales impresas.

Es pertinente que los avances alcanzados por los estudiantes, se vayan registrando en un diario de campo que posea cada uno. Los avances  deben ser revisados a través de procesos de evaluación, coevaluación y heteroevaluación; en los cuales participan los estudiantes, el docente del área, coordinadores académicos y profesores de otras áreas como equipo de apoyo.


Es satisfactorio observar como los estudiantes a través del diálogo, la escucha activa y el trabajo colaborativo en equipo con los miembros de la comunidad pueden obtener información importante para la escritura de monografías, participar en documentales donde se dé un diálogo entre generaciones que revivan la tradición oral y reconstruyan el tejido social.

La idea es cambiar la catedral tradicional del área  por el trabajo con proyectos de aula significativo, teniendo en cuenta el clima y el ámbito socioemocional, fomentando clases dirigidas a la innovación donde los estudiantes y el docente desarrollen relaciones interactivas.

Además, es bueno crecer en lo interdisciplinar, interactuar con las diferentes áreas, empleando diversas estrategias pedagógicas y material didáctico para formar estudiantes en competencias ciudadanas, conocedores de su entorno y su cultura, siendo capaces de construir saberes aplicables a su vida personal y comunitaria.


[1] NOT, Louis. Las Pedagogías del conocimiento. FONDO DE CULTURA ECONÓMICA. Bogotá, 1997. 
[2] HABERMAS, Jurgen. Teoría de la Acción Comunicativa.
[3] CERDA, Hugo. EL PROYECTO DE AULA: EL AULA COMO UN SISTEMA DE INVESTIGACIÓN Y CONSTRUCCIÓN DE CONOCIMIENTOS. Cooperativa Editorial Magisterio, 2001. Bogotá. Págs. 21-23
[4] Ibíd. Págs. 68,69, 122-140.

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